Viajar en avión y las varices: El síndrome de la clase turista
Friday, April 27th, 2012Mucho se ha hablado durante los años de un tipo de trastorno que afecta a los viajeros que realizan largos trayectos en los aviones, el conocido como síndrome de la clase turista, que afecta a las extremidades inferiores que permanecen demasiado tiempo en la misma postura. El síndrome de la clase turista, también conocido como trombosis del viajero, se manifiesta de la misma manera que cualquier otro problema relacionado con la incorrecta circulación sanguínea en las extremidades inferiores durante largos periodos de inactividad: dolor, hinchazón, entumecimiento, aumento de la temperatura corporal o amoratamiento de la piel son sus síntomas más habituales.
El síndrome de la clase turista se manifiesta también en un aumento de la propensión a la aparición de varices, especialmente en las mujeres. Las varices son una característica que se suele producir por un alto nivel de sedentarismo, que deriva en una mala circulación sanguínea, justo la misma causa que provoca el trastorno del viajero.
Para evitar que un viaje en avión se convierta en un elemento de riesgo para la aparición de celulitis basta con seguir una serie de sencillas recomendaciones, como beber mucho agua, dar paseos durante el viaje, evitar el consumo de alcohol o bebidas con cafeína, o evitar cruzar las piernas o dejarlas colgando (estas posturas dificultan la circulación), precauciones que son básicamente las mismas que las que se siguen para reducir la aparición de celulitis en condiciones normales.
Al contrario de lo que se podría creer, el síndrome de la clase turista es un trastorno que se da en muy pocos viajeros, y la mayoría de ellas son personas que ya contaban con problemas de salud previos relacionados con la circulación de la sangre. Para una persona que padezca problemas de circulación graves se aconseja consultar con el médico antes de realizar un trayecto en avión largo.