Archive for April, 2012

Viajar en avión y las varices: El síndrome de la clase turista

Friday, April 27th, 2012

Mucho se ha hablado durante los años de un tipo de trastorno que afecta a los viajeros que realizan largos trayectos en los aviones, el conocido como síndrome de la clase turista, que afecta a las extremidades inferiores que permanecen demasiado tiempo en la misma postura. El síndrome de la clase turista, también conocido como trombosis del viajero, se manifiesta de la misma manera que cualquier otro problema relacionado con la incorrecta circulación sanguínea en las extremidades inferiores durante largos periodos de inactividad: dolor, hinchazón, entumecimiento, aumento de la temperatura corporal o amoratamiento de la piel son sus síntomas más habituales.

El síndrome de la clase turista se manifiesta también en un aumento de la propensión a la aparición de varices, especialmente en las mujeres. Las varices son una característica que se suele producir por un alto nivel de sedentarismo, que deriva en una mala circulación sanguínea, justo la misma causa que provoca el trastorno del viajero.

Para evitar que un viaje en avión se convierta en un elemento de riesgo para la aparición de celulitis basta con seguir una serie de sencillas recomendaciones, como beber mucho agua, dar paseos durante el viaje, evitar el consumo de alcohol o bebidas con cafeína, o evitar cruzar las piernas o dejarlas colgando (estas posturas dificultan la circulación), precauciones que son básicamente las mismas que las que se siguen para reducir la aparición de celulitis en condiciones normales.

Al contrario de lo que se podría creer, el síndrome de la clase turista es un trastorno que se da en muy pocos viajeros, y la mayoría de ellas son personas que ya contaban con problemas de salud previos relacionados con la circulación de la sangre. Para una persona que padezca problemas de circulación graves se aconseja consultar con el médico antes de realizar un trayecto en avión largo.

Descubre por qué las varices afectan más a las mujeres

Friday, April 20th, 2012

Las varices están consideradas como un trastorno típicamente femenino ya que, aunque no son pocos los hombres que las sufren, la incidencia es de prácticamente ocho veces más en el sexo femenino. Las varices se producen por un incorrecto funcionamiento de las válvulas de las venas de las piernas, que hacen que parte de la sangre que se dirige al corazón quede estancada, creando así los famosos coágulos conocidos como varices.

Las razones por las que las mujeres son más propensas a padecer varices son fundamentalmente hereditarias: ellas tienen una mayor predisposición a heredar este tipo de problemas circulatorios de sus progenitores, y es prácticamente seguro al cien por cien que una mujer cuyos dos padres presenten varices, las padecerá también.

Además de las cuestiones puramente genéticas, existen otra serie de factores que hacen a las mujeres más vulnerables ante este tipo de trastorno. El factor fundamental es la producción de hormonas como los estrógenos y la progesterona, que favorecen el desarrollo de las varices. Igualmente, las mujeres presentan una mayor fragilidad en las venas, lo que las lleva a que sus válvulas se dañen con una mayor facilidad a la hora de cualquier problema circulatorio. Situaciones como embarazos o cambios hormonales típicamente femeninos también ayudan a la formación de las temidas varices.

Debido a su mayor propensión, las mujeres deben tener un cuidado más exhaustivo de sus piernas que los varones, ya que las varices comienzan como un simple problema estético pero si no se pone remedio a tiempo terminan convirtiéndose en un grave problema de salud. Tradicionalmente se ha creído que los hombres son menos propensos a sufrir varices, pero cuando las sufren son más graves: esto afirmación no es real, simplemente es que los hombres no suelen acudir al médico hasta que el problema está en una fase bastante avanzada.

Protege tus piernas de la llegada del calor

Friday, April 13th, 2012

El verano es la época propicia para lucir nuestro cuerpo, por lo que es también la época para la cual necesitamos unos cuidados más específicos. Las piernas son una de las partes de nuestro cuerpo que más sufren las consecuencias de las altas temperaturas, debido al mayor cansancio que provoca el calor y a los posibles problemas de circulación sanguínea, que se agravan con las altas temperaturas.

En cuanto a los factores puramente estéticos, es necesario cuidar la hidratación de la piel en todo el cuerpo, pero especialmente en las piernas, ya que suelen ser la parte del cuerpo que más sufre los problemas de sequedad. La depilación, más constante en verano que en otras épocas, también provoca que la necesidad de hidratación sea constante. Especialmente intensa debe ser la hidratación si decides tomar el sol, ya que los rayos del sol, además de un bonito bronceado, pueden provocar sequedad de la piel.

Pero las altas temperaturas no sólo pueden provocar problemas estéticos en las piernas, sino también problemas de salud que aunque no sean graves no dejan de ser molestos. El calor provoca sensación de pesadez en las piernas que pueden desembocar en hinchazón. Del mismo modo, el verano es la época más propicia para la aparición de la celulitis.

Si caminas durante largo tiempo, al llegar a casa es recomendable que te realices a ti misma un sencillo masaje en las piernas para activar la circulación sanguínea. Si pasas largo tiempo sentada, puedes poner las piernas en alto para minimizar estos problemas. Por supuesto, puedes acudir a un centro estético donde te recomendarán los tratamientos preventivos más adecuados. Técnicas como la aplicación de bandas frías para mejorar la circulación o el drenaje linfático para eliminar las grasas acumuladas y reducir la hinchazón son dos de las más utilizadas.

Cuida de tus piernas todo el año

Wednesday, April 11th, 2012

Junto con el pecho, las piernas son la parte del cuerpo que más preocupa a la mayoría de las mujeres, ya que en ambas es donde se pone de manifiesto la feminidad de la mujer. Y aunque, como sucede con el resto del cuerpo, de cara al verano es cuando más nos preocupamos por mantenerlas bellas y sanas, existe una serie de cuidados básicos que no deben faltar en ninguna época del año. Con estos sencillos cuidados lograrás mantener unas piernas con una perfecta salud y por supuesto, muy bellas.

El primero de estos cuidados es la hidratación. La piel de las piernas tiende a resecarse con facilidad, por lo que diariamente debemos contar con la crema hidratante a la salida de cada ducha. Un ejercicio físico moderado ayuda a mantener la correcta circulación y por tanto la salud de las piernas. Si no sueles hacer deporte, bastará con un paseo diario de aproximadamente media hora.

En la medida de lo posible, trata de evitar los tacones demasiado altos, que podrían provocar que las piernas se hinchen. Y si los has usado, a la hora de llegar a casa proporciónate un baño relajante o una crema para piernas cansadas, que son métodos realmente efectivos para aliviar la sensación de pesadez en las piernas.

Y si eres de las que te gusta mimarte, cada noche puedes dedicar unos minutos a tus piernas, que te lo agradecerán. En primer lugar, comienza por un baño relajante de tus pies, ya que unos pies sanos prolongan la salud hacia las piernas. Posteriormente, puedes darte un masaje con algún tipo de aceite o crema hidratante. Si te es posible y no te resulta demasiado incómodo, duerme de vez en cuando con una almohada o cualquier tipo de sistema que te permita dormir con las piernas en alto.


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