Las varices se pueden prevenir con ejercicio

May 18th, 2012

A todas las mujeres nos preocupa la posible aparición de varices, que comienzan como un simple problema estético pero que con el tiempo pueden convertirse en un verdadero problema de salud que requiera incluso una operación quirúrgica en aquellos casos más graves. Existen ejercicios específicos para la prevención de las varices, pero si de momento el problema no ha comenzado a manifestarse basta con el ejercicio que practicas de manera rutinaria para mantenerte en forma.

Las varices son un problema circulatorio, consisten en un incorrecto funcionamiento de las venas, que tienden a acumular sangre y por tanto a inflamarse, haciéndose visibles en la superficie de la piel. Por lo tanto, para evitar las varices lo más apropiado es evitar los factores de riesgo que hacen que las venas se obstruyan.

Una persona que hasta el momento no ha presentado problemas de varices no tiene motivos para obsesionarse con el tema, pero siempre será más apropiada la prevención que tratar el problema una vez que ya se ha manifestado. No es necesario realizar grandes esfuerzos, basta con un ejercicio físico moderado para que el corazón aumente su oxigenación y la circulación sanguínea se mantenga en perfecto estado de salud.

Para prevenir las varices, nada mejor que una caminata a buen ritmo, basta con media hora o una hora diaria, los excesos no son necesarios. Para aquellas personas más aficionadas al deporte, media hora corriendo o montando en bicicleta pueden ser muy beneficiosos. Otro ejercicio muy apropiado para evitar la aparición de las varices es la natación, ya que estimula prácticamente todos los músculos del cuerpo y favorece la correcta oxigenación del corazón. Además del deporte, si se adquieren sencillos hábitos cotidianos estaremos realizando ejercicios de prevención sin apenas darnos cuenta, basta, por ejemplo, con utilizar las escaleras en lugar del ascensor.

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Zonas más propensas a padecer varices

May 11th, 2012

Todos conocemos el problema de las varices, y todos sabemos más o menos en qué consiste este trastorno, pero normalmente tenemos una idea preconcebida que no tiene por qué corresponder al cien por cien con la realidad. Las piernas y sobre todo los muslos son la parte del cuerpo en la que las varices se manifiestan con una mayor frecuencia, ya que es la parte donde al corazón le cuesta más trabajo bombear la sangre de manera correcta.

También pensamos en las varices como un problema exclusivo de las mujeres. Esto no es así, ya que las varices también se dan en los hombres y en otras partes del cuerpo además de las piernas. Los brazos son también un lugar muy apropiado para la aparición de varices por la misma causa que en las piernas, la sangre tiene una mayor dificultad para circular correctamente en las extremidades.

Es habitual ver cómo algunas personas muestran las conocidas como “arañas vasculares” en partes de su cuerpo tales como la cara, especialmente en la zona de la nariz y en las mejillas. Estas arañas vasculares no son más que microvarices provocadas por la incorrecta circulación de la sangre, aunque en la cara nunca llegan a manifestarse con tanta intensidad como en las piernas.

Aunque nos parezca mentira, un tipo de variz muy común pero que no solemos asociarlo con esta dolencia son las hemorroides. Las hemorroides consisten en la inflamación de las venas de la zona del recto y del ano que, al no poder circular correctamente la sangre por ellas se acumula provocando una inflamación, que si no se trata a tiempo puede ser muy molesta o dolorosa. Por lo tanto, las hemorroides no son ni más ni menos que varices, y la única diferencia con lo que nosotros consideramos “varices convencionales” es el lugar donde se hayan situadas.

Viajar en avión y las varices: El síndrome de la clase turista

April 27th, 2012

Mucho se ha hablado durante los años de un tipo de trastorno que afecta a los viajeros que realizan largos trayectos en los aviones, el conocido como síndrome de la clase turista, que afecta a las extremidades inferiores que permanecen demasiado tiempo en la misma postura. El síndrome de la clase turista, también conocido como trombosis del viajero, se manifiesta de la misma manera que cualquier otro problema relacionado con la incorrecta circulación sanguínea en las extremidades inferiores durante largos periodos de inactividad: dolor, hinchazón, entumecimiento, aumento de la temperatura corporal o amoratamiento de la piel son sus síntomas más habituales.

El síndrome de la clase turista se manifiesta también en un aumento de la propensión a la aparición de varices, especialmente en las mujeres. Las varices son una característica que se suele producir por un alto nivel de sedentarismo, que deriva en una mala circulación sanguínea, justo la misma causa que provoca el trastorno del viajero.

Para evitar que un viaje en avión se convierta en un elemento de riesgo para la aparición de celulitis basta con seguir una serie de sencillas recomendaciones, como beber mucho agua, dar paseos durante el viaje, evitar el consumo de alcohol o bebidas con cafeína, o evitar cruzar las piernas o dejarlas colgando (estas posturas dificultan la circulación), precauciones que son básicamente las mismas que las que se siguen para reducir la aparición de celulitis en condiciones normales.

Al contrario de lo que se podría creer, el síndrome de la clase turista es un trastorno que se da en muy pocos viajeros, y la mayoría de ellas son personas que ya contaban con problemas de salud previos relacionados con la circulación de la sangre. Para una persona que padezca problemas de circulación graves se aconseja consultar con el médico antes de realizar un trayecto en avión largo.

Descubre por qué las varices afectan más a las mujeres

April 20th, 2012

Las varices están consideradas como un trastorno típicamente femenino ya que, aunque no son pocos los hombres que las sufren, la incidencia es de prácticamente ocho veces más en el sexo femenino. Las varices se producen por un incorrecto funcionamiento de las válvulas de las venas de las piernas, que hacen que parte de la sangre que se dirige al corazón quede estancada, creando así los famosos coágulos conocidos como varices.

Las razones por las que las mujeres son más propensas a padecer varices son fundamentalmente hereditarias: ellas tienen una mayor predisposición a heredar este tipo de problemas circulatorios de sus progenitores, y es prácticamente seguro al cien por cien que una mujer cuyos dos padres presenten varices, las padecerá también.

Además de las cuestiones puramente genéticas, existen otra serie de factores que hacen a las mujeres más vulnerables ante este tipo de trastorno. El factor fundamental es la producción de hormonas como los estrógenos y la progesterona, que favorecen el desarrollo de las varices. Igualmente, las mujeres presentan una mayor fragilidad en las venas, lo que las lleva a que sus válvulas se dañen con una mayor facilidad a la hora de cualquier problema circulatorio. Situaciones como embarazos o cambios hormonales típicamente femeninos también ayudan a la formación de las temidas varices.

Debido a su mayor propensión, las mujeres deben tener un cuidado más exhaustivo de sus piernas que los varones, ya que las varices comienzan como un simple problema estético pero si no se pone remedio a tiempo terminan convirtiéndose en un grave problema de salud. Tradicionalmente se ha creído que los hombres son menos propensos a sufrir varices, pero cuando las sufren son más graves: esto afirmación no es real, simplemente es que los hombres no suelen acudir al médico hasta que el problema está en una fase bastante avanzada.


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